“Ambulantes” deslumbró con el arte de lo cotidiano

El sábado por la noche, el Teatro El Pasillo de San Salvador de Jujuy se convirtió en el corazón vibrante de la ciudad: latió con emoción, con historias y con música. Sobre su escenario se presentó “Ambulantes”, una obra conceptual creada por los rosarinos José Santucho y Julián Venegas que va mucho más allá de un recital tradicional. Fue, sin exagerar, una experiencia íntima y poderosa, donde la música, la palabra y la emoción se dieron la mano para tender un puente directo entre la vida urbana y quienes la hacen posible todos los días desde el anonimato de la calle.
“Ambulantes” es una especie de documental sonoro en vivo. Cada canción es una escena, cada acorde una mirada, cada palabra un homenaje. En sus letras aparecen churreros, choripaneros, pochocleras, artesanas, chipaceros, muralistas, escoberos, afiladores y cartoneros hasta algunos oficios que ya dejaron de existir con la evolución de la tecnología. Todos esos personajes que habitan el paisaje urbano y que muchas veces pasan desapercibidos para una ciudad que suele correr sin detenerse. Aquí, sin embargo, son los protagonistas. Los verdaderos héroes cotidianos.
ACORDES BIEN CUIDADOS | EN LA SALA DE EL PASILLO A TRAVÉS DE JOSÉ SANTUCHO.
Y es en esa reivindicación donde esta propuesta cobra su mayor fuerza. “Ambulantes” no se queda en la estética del gesto artístico: interpela. Invita a mirar con otros ojos a quienes trabajan al rayo del sol o bajo la lluvia, que ofrecen desde su carrito, su puesto o su bicicleta mucho más que un producto: ofrecen resistencia, pasión y una forma de vida.
Desde el primer tema, la respuesta del público fue contundente: atención plena, emoción visible y aplausos que no se hicieron esperar. La puesta – austera y precisa – permitió que todo girara en torno a lo esencial: la música y el mensaje. Y ambos llegaron con claridad. El sonido fue impecable, los acordes bien cuidados, las armonías vocales ejecutadas con sensibilidad. Santucho y Venegas construyeron un clima de ida y vuelta constante con la audiencia, generando no solo cercanía sino también comunidad por casi dos horas en el escenario.
Este proyecto no es nuevo, pero sí evoluciona. Con un primer disco ya editado, Santucho y Venegas anunciaron durante el espectáculo que el segundo material está próximo a ver la luz. Será, sin duda, una nueva oportunidad para que esta obra continúe creciendo y viajando por distintas ciudades. Porque hay algo que queda claro: “Ambulantes” no pertenece solamente a Rosario. Sus historias, sus personajes y su música son de todos.
ARMONÍA VOCAL | EJECUTADAS CON SENSIBILIDAD POR JULIÁN VENEGAS
En tiempos donde lo urgente suele opacar lo importante, propuestas como esta nos recuerdan que detenernos a escuchar también es un acto de justicia. Que reconocer al otro, al que trabaja en la vereda, en la plaza, en la esquina, es una forma de reparar. Y que el arte, cuando se conecta con la calle, puede convertirse en una herramienta poderosa para transformar miradas.
El Teatro El Pasillo, que tantas veces abre sus puertas a propuestas alternativas y sensibles, fue el escenario perfecto para esta presentación. El calor del público, que aplaudió de pie al final del show, cerró una noche donde la música fue mucho más que entretenimiento: fue memoria, fue encuentro, fue conciencia.
“Ambulantes” no es solo un espectáculo. Es una forma de mirar. Y si algo logró en su paso por Jujuy, fue precisamente eso: que el arte y la ciudad se reconozcan, por fin, en un mismo espejo.
Fuente: eltribunodejujuy.com